Actualmente las diversas empresas de todo el  mercado han cambiado un poco la manera de competir delante de los consumidores, y por su parte la forma de negociar también ha cambiado.

Gracias al auge y al gran alcance que ha ganado la tecnología, ha hecho que los consumidores tengan un conocimiento de lo que desean y esto ha llevado a que sus exigencias sean mucho mayores, especificando las técnicas del producto.

Es por ello que el negociar se ha convertido en una parte completamente esencial e importante en las organizaciones, esto debido a que negociamos con nuestros competidores, con la forma en cómo podemos llegarles, con la imagen e incluso con nuestros propios procesos internos.

Negociar consiste en que ambas partes, tanto comprador como vendedor tengan un final conforme. En resumidas cuentas, que ambas partes tengan un acuerdo feliz con lo que están negociando.

Sin duda alguna, el negociar es un arte y como todo arte este debe pulirse con algunas técnicas y herramientas, teniendo en cuenta que no todas las circunstancias son las mismas y no en todos los procesos se deben presentar los  estilos de la negociación.

Muchos empresarios debaten cual es el mejor estilo de negociación, lo cual muchos autores han llegado a la conclusión de que no existe un estilo mejor que el otro, sino que cada negociador debe reconocer las debilidades y fortalezas que presente la situación para así emplear el estilo de negociación más adecuado.

Existen algunas condiciones para negociar, a continuación dejaremos algunos puntos claves que harán que un negociación marche como debe ser.

Lo primero que debe pasar para que una negociación termine como debe ser es que existan dos partes dispuestas hacerlo. En caso de que exista un tercero, no puede llamarse negociación.

Como segunda parte, deberá existir un objetivo claro para ambas partes, de lo contrario si aparece una imposición por alguna de las partes, esta tampoco podrá ser considerada como una negociación.

Es importante saber que no en todas las negociaciones existe la perfección y en ocasiones se deberá dejar a la parte del conflicto.

Además, una vez que alguna de las dos partes pierda el interés, toda posibilidad de negociación se ve desecha.

En una negociación jamás se podrá buscar nuestro propio beneficio, el objetivo es que ambas partes puedan ganar, en caso contrario solo estaríamos dejando en claro el sometimiento de nuestras propias condiciones y sin duda esto no es ganar.